Como decimos, toda acción que llevamos a cabo, desde la forma en la que nos movemos, la ropa que compramos y cómo no, la manera en la que comemos y lo que comemos. Si queréis saber cómo llevar una alimentación más sostenible, hoy os traemos algunos consejos con los que podréis ver la relación entre la alimentación y el impacto medioambiental de la misma.

Escoger marcas sostenibles en la compra.

A la hora de hacer la compra, puede que primemos el precio de los productos frente a la calidad o el origen de los mismos, más en estos tiempos, pero si compramos de manera que escojamos marcas sostenibles, además de a nosotros mismos, estaremos ayudando al medio ambiente. Hay muchas cosas que pueden hacer a una marca sostenible, que la energía que utilicen en sus instalaciones  sea de origen renovable, que apliquen un diseño ecológico o sostenible para sus embalajes, que utilicen materias primas cercanas de manera que minimicen la huella de carbono… 

En Conservas Nardín, estamos comprometidos con el medio ambiente, intentando cada día ser más eficientes y utilizando solo productos de cercanía, y en este aspecto tenemos la gran suerte de estar muy cerca del origen de la misma, ya que nuestra planta de Zumaia se encuentra a escasos kilómetros del puerto de Getaria, donde cada día recibimos las mejores piezas capturadas por los barcos de los arrantzales del lugar.

Producción local, mucho mejor.

Relacionado con el punto anterior, a la hora de hacer la compra si escogemos productos de elaboración local o que no vengan desde lejos, haremos que la huella de carbono de dichos productos sea mucho menor.

La huella de carbono, por si os suena el concepto pero no sabéis de qué se trata, es un indicador medioambiental que refleja la cantidad total de gases de efecto invernadero utilizados en el desempeño de alguna tarea, en el caso de un alimento, entrarían en juego conceptos como el tratamiento de dichas materias, la producción de dichos alimentos y el transporte de los mismos hasta el destino de venta.

Como os comentábamos antes, en Conservas Nardín, tenemos la gran suerte de estar muy cerca del origen de nuestra materia prima, el Cantábrico, y como en alguna ocasión os hemos comentado, compramos las capturas de los barcos que faenan en el Golfo de Vizcaya cuando llegan a la lonja de Getaria, pudiendo trasladarlas en minutos hasta nuestra planta en Zumaia.

En cada temporada, sus productos.

Otro de los principales pilares de una alimentación sostenible es el concepto de alimentos de temporada. Ya os hemos hablado de ellos alguna vez pero al ser parte inherente de una alimentacińo sostenible, queremos hacer hincapié en ello. Por un lado, al consumir alimentos de temporada, se respeta el ciclo natural de dichos alimentos evitando tener que traerlos de otras partes del planeta. Por otro lado, normalmente cuando compramos un alimento en su temporada suele estar mejor de precio y finalmente, consumido en el momento adecuado suelen estar más ricos.

En nuestro caso, respetamos la temporada de cada una de nuestras materias primas, ya que solamente adquirimos capturas hechas en sus respectivas temporadas, ya que es entonces cuando se encuentran en el tamaño y calidad óptimas para elaborar nuestras conservas y semiconservas.

A la compra, con una lista de la compra.

Cuando vamos a hacer la compra, sobre todo si vamos a algún supermercado donde tenemos todo tipo de productos, es bastante habitual salir con más productos de los pensados, sea porque nos dan al ojo, porque tenemos un capricho etc. Incluso a veces compramos cosas que luego en realidad no llegamos a utilizar generando así desperdicios innecesarios.

Por eso es importante, además de práctico y organizado, ir a hacer la compra con una lista pensada en base a lo que necesitaremos en los días posteriores. De esa manera, compraremos lo estrictamente necesario con el consiguiente ahorro, tanto directo por no comprar cosas fuera de la lista como por minimizar los desperdicios al haber comprado solo lo que usaremos.

Almacenar bien los alimentos para evitar desperdicios innecesarios.

Finalmente, cerramos esta tanda de consejos con algo que alguna vez os hemos comentado también, la conservación de los alimentos. Ya que tan importante es comprar alimentos de calidad como conservarlos adecuadamente para que conserven todas sus propiedades y no se echen a perder convirtiéndose en desperdicios que acabaremos tirando a la basura.

Como consejos generales, aunque ya os dimos algunas claves en su momento: guardar carnes y pescados en el frigorífico, los frescos también, a la hora de conservar frutas, no mezclar las que maduran enseguida con las que tardan más. Las patatas, boniatos o cebollas en lugar fresco y oscuro, los huevos a temperatura constante, etc…

Como veis estos no son más que unos pequeños consejos para intentar ayudaros a llevar una alimentación más sostenible. Seguro que vosotros también tenéis algunos trucos que os ayudan. Si es así, no dudéis en compartirlos con nosotros ¡Nos encantará leerlos!

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