El desperdicio de comida, o el no aprovechamiento de toda nuestra comida es algo bastante común, hoy en día se desperdicia mucha comida, tanto a nivel general como a nivel personal. Muchas veces compramos muchos alimentos y de no consumirlos, pueden acabar estropeándose. Hoy os contaremos en qué consiste la cocina de aprovechamiento y os daremos algunos consejos para ponerla en práctica.

La cocina de aprovechamiento, también llamada “trash-cooking” no deja de ser un término moderno para referirse a algo que, en realidad se ha hecho toda la vida, quizá en tiempo de nuestras madres y padres y seguramente en tiempo de nuestras abuelas y abuelos. Básicamente es sacar el máximo partido posible a los alimentos, minimizando la cantidad de ellos que acaben en la basura.

Podemos pensar que el desperdicio de alimentos ocurre principalmente en establecimientos, y en general así es, pero como decimos, es algo que también ocurre a nivel personal en nuestros hogares. Muchas veces compramos las piezas con mejor aspecto y más apetecibles, y si lo almacenamos durante unos días y pierden ese “buen aspecto” tendemos a desecharlos. Eso por no hablar de sobras de comida que guardamos en un tupper al fondo del frigorífico y cuando nos acordamos de ellas ya es demasiado tarde.

Para intentar contrarrestar este problema, la cocina de aprovechamiento ha tenido un resurgimiento y ha ido cogiendo fuerza en los últimos tiempos, y es que siendo un poco creativos, se pueden elaborar buenos platos con esas “sobras” de alimentos. A continuación mencionaremos algunas de las claves de este modo de cocinar.

Evitar el desperdicio de pan

Si comemos pan, puede ocurrir que nos sobre de un día para otro. Una manera de aprovechar este pan puede ser rallándolo obteniendo así pan rallado, usándolo para elaborar albóndigas o sopa de ajo. Otra idea puede ser hacer algún postre como torrijas o pudin de pan.

Evitar el desperdicio de verduras y de frutas

Tanto frutas como verduras suelen ser los alimentos que más desaprovechamos. En el caso de las frutas que no estén en buen estado, podemos elaborar desde mermeladas a helados y granizados caseros o algún bizcocho de las frutas en cuestión.

En el caso de las verduras, sean frescas o porque nos hayan sobrado por ejemplo de un cocido, podemos triturarlas y con un poco de caldo hacer un puré. También podemos elaborar tortillas o salteados con huevos, usarlas como relleno de empanadas.

Evitar el desperdicio de legumbres

Si nos han sobrado lentejas por ejemplo podemos triturarlas y hacer una deliciosa crema, si tenemos lentejas o garbanzos, podemos elaborar un sanísimo hummus simplemente añadiendo alguna especia al gusto.

Evitar el desperdicio de carne y pescado

Si cuando compramos carne o pescado, guardamos las partes que normalmente tiramos como desperdicios (espinas, cabeza, huesos,...) podremos elaborar caldos y fumet caseros para usar con arroces y fideuas por ejemplo. Si tenemos sobras de carne y pescado ya cocinado, simplemente con desmenuzar esos restos podemos elaborar croquetas, sandwiches, tacos o incluso ensaladas.

Como veis, hay muchas maneras de aprovechar los restos que nos puedan quedar y así darles un uso en vez de tirarlos a la basura. ¿Vosotros tenéis algún truco de cocina de aprovechamiento? Si es así, ¡comentádnoslo!

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