Como decimos, es bastante habitual ir a hacer la compra al supermercado, con idea de comprar solo lo imprescindible y acabar con la cesta o el carrito lleno de cosas que no necesitábamos y lo que es peor, ¡puede que incluso sin alguna de las cosas que planeábamos comprar! Por eso, hoy os traemos algunos consejos para hacer una compra con cabeza y que esta sea mucho más eficiente.

Hacer una lista basada en el menú de la semana

Alguna vez os hemos comentado este punto, y es que si planificamos el menú por semanas por ejemplo, tendremos más claro lo que vamos a comer, pudiendo llevar una alimentación más organizada, y además de esta manera sabremos exactamente qué necesitamos comprar. De esta manera podremos elaborar una lista más o menos cerrada.

Revisar qué tenemos en casa

Es conveniente revisar bien de qué alimentos y productos disponemos en casa antes de hacer la compra, ya sea antes o después de elaborar la lista, ya que aunque pueda parecer algo lógico, seguro que os ha pasado o a alguien cercano comprar algo pensando que no disponemos de ello, llegar a casa y tener una o varias unidades del mismo producto… En el caso de los no perecederos es un problema menor, pero si se trata de algo perecedero tendremos que darle salida antes de que se eche a perder.

Revisar la lista

Si la lista la vamos elaborando durante varios días y no de golpe (según nos acordamos de que falta X producto) o si se nos acaba algo, es importante revisarla antes de salir hacia el super, por si hay algo de último momento que se nos haya olvidado o si tras revisar nuestros armarios o frigorífico hemos visto que en realidad ya disponemos de alguno de los elementos de la misma.

Ir a hacer la compra sin hambre

Aunque pueda parecer una broma, puede que os haya ocurrido. Entráis al supermercado con hambre y se os antoja todo lo que véis, normalmente cosas nada sanas, y pensáis que por una vez… y al final acabáis incorporando a la compra productos con los que no contabais. Para evitar esto, intentad no ir a comprar antes de comer o con el estómago vacío, ya que además en esos momentos probablemente tendréis prisa y no podréis comprar con calma.

Comprar en orden

Aunque el siguiente puede sonar como un consejo básico, por la estructura que suelen tener los supermercados puede que “nos veamos obligados” a comprar en un orden determinado, ya que posicionan ciertos productos en posiciones más ventajosas que otros, o incluso secciones completas. Lo ideal a la hora de llenar el carrito es comenzar por productos no perecederos, para continuar con los productos frescos y finalmente acudir a los pasillos de los refrigerados y los congelados. De esta manera haremos que los productos lleguen a nuestra casa de una manera más eficiente.

Atentos a las ofertas

Como hemos dicho antes, ir con una lista de la compra cerrada es de gran ayuda, y si no nos la saltamos, realizaremos una compra más eficiente. Pero un punto por el que deberíamos saltarnos la lista es el de las ofertas. Muchas veces los supermercados ponen ofertas de ciertos productos, ya sean con segundas o consecutivas unidades a menor precio o con una unidad gratis al comprar una cierta cantidad.

En estos casos debemos pensar si vamos a poder consumir dichos productos antes de que se echen a perder. en el caso de productos con larga caducidad puede ser una muy buena manera de ahorrar, ya que antes o despues ibamos a comprarlos igualmente, lo único que haremos será comprarlos de golpe y almacenarlos. En el caso de productos que tengan una caducidad corta o sean perecederos, deberemos evaluar si vamos a poder consumirlos, ya que si no lo que conseguiremos será lo contrario, tirar dinero ya que se echarán a perder.

Prestar atención en caja

Aunque es raro que ocurra, puede que a la hora de cobrarnos los artículos de nuestro carrito el cajero cometa algún error (al fin y al cabo son humanos y pueden llevar incontables horas trabajando sin parar en una tarea repetitiva así que pueden cometer errores también). O si algún producto marcado como oferta no nos aparece como tal. Por todo ello es importante revisar también la cuenta nada más pagar, ya que si tenemos que reclamar algo, será mejor poder hacerlo cuando aún nos encontramos en el establecimiento.

extra: la tecnología puede ayudar

Finalmente, como recomendación, valernos de la tecnología puede ayudarnos de una manera muy eficaz. Al fin y al cabo todos llevamos el teléfono en el bolsillo todo el día, así que podemos convertirlo en nuestro aliado también a la hora de hacer la compra. Existen múltiples aplicaciones tanto para hacer listas de la compra, como para llevar un registro de alimentos y productos que tenemos en casa. Y algunas aplicaciones propias de las diferentes grandes superficies permite incluso realizar listas de la compra optimizadas según la disposición de los productos y nos informan de posibles productos interesantes que se encuentren en oferta.

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