Una duda recurrente a la hora de guardar la compra suele ser si un producto determinado debe ir en el frigorífico o no, en nuestro caso la pregunta suele ser: ¿Guardo las anchoas en el frigorífico? ¿La respuesta? Sí. Pero ahora nos extendemos y os contamos bien el porqué, y cuales son las diferencias entre las conservas y las semiconservas.

Los métodos de conserva y semiconserva, son métodos posteriores a otros tipos de preservación de alimentos como son el ahumado o el salazón y permiten mantener la calidad y cualidades de los alimentos por largos periodos de tiempo, siempre que su conservación sea la adecuada, claro está. Para poder conservar adecuadamente vuestras conservas (valga la redundancia) y vuestras semiconservas os vamos a explicar qué las diferencia.

¿En qué se diferencian las conservas y las semiconservas? En la esterilización

Las conservas son alimentos que se han preparado adecuadamente y que se envasan herméticamente y pasan por un proceso térmico de esterilización a muy altas temperaturas que se encarga de destruir todo tipo de posibles microorganismos, asegurando de esa manera que el producto permanecerá en perfecto estado durante largos periodos de tiempo. Por eso precisamente las conservas no tienen una fecha de caducidad como tal, sino que se establece una fecha de consumo preferente de varios años siempre que el envase permanezca en perfectas condiciones, y obviamente, una vez abierto es recomendable consumir el producto en un plazo de unos pocos días.

Dentro de este grupo de conservas, en Conservas Nardín os ofrecemos nuestro mejor bonito del norte en múltiples formatos y también su riquísima ventresca. Estos productos, mientras son almacenados no tienen la necesidad de estar dentro del frigorífico mientras permanezcan cerrados.

Por otro lado, tenemos las semiconservas, en este caso los productos en semiconserva al contrario que con las conservas, no son sometidos al mismo proceso de altas temperaturas, solamente se procesan con métodos que permiten estabilizar el producto durante un periodo de tiempo determinado, en estos casos la semiconserva se mantiene macerado en conservantes naturales como aceite, vinagre o sal. Esto hace que deban conservarse a bajas temperaturas y dentro del frigorífico, ya que de esta manera el producto permanece en condiciones óptimas y se detiene su maduración, si lo guardamos a temperaturas superiores a las recomendadas, lo que ocurre por ejemplo en el caso de la anchoa, es que se activa la sal y la anchoa continúa su proceso de maduración haciendo que cuando la vayamos a consumir no esté en las condiciones óptimas.

En Nardín disponemos de múltiples productos en semiconserva como son las anchoas del cantábrico, los ahumados de getaria, los boquerones en vinagre y las anchoas en salazón. Todos estos productos han de mantenerse en frío, y lo que sí que recomendamos es sacarlos hasta media hora antes del frigorífico para que se atemperen y estén en el momento perfecto para consumirlos.

A veces suele pensarse que todos los productos que están envasados en latas son conservas, esta suele ser una confusión habitual, en nuestro caso al menos, usamos este formato en algunos casos también para las semiconservas por considerarlo muy adecuado, ya que hace que el producto no se exponga a la luz, ayudando así a su conservación.

Desde Conservas Nardín os insistiremos siempre en que sigáis estas pautas de conservación, ya que de esta manera podréis disfrutar de nuestros productos en las mejores condiciones y disfrutarlos al máximo. Por nuestra parte respetamos en todo momento las cadenas de frío, desde nuestros almacenes hasta el transporte refrigerado que os las entrega directamente. Así que ya sabéis, ¡Las conservas al armario y las semiconservas al frigorífico!

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