Como todos los años, la campaña de bonito del norte comenzó a mediados de junio y si bien comenzó con la alegría del aumento de la cuota total de capturas, la costera de bajura de Euskadi ha resultado ser la más corta de los últimos años, capturando cerca de 9500 toneladas, cantidad que supone un 57% del total del país. Esto hace patente la necesidad de un reparto de cuotas más eficiente para así poder planificar mejor la actividad pesquera de Euskadi, ya que los barcos del País Vasco han sufrido no solamente las consecuencias de la pandemia sino una gran competencia en la pesca de esta especie.

Hace pocos días se veían las consecuencias de esta competencia desmesurada, con las descargas de grandes pelágicos irlandeses en Ondarroa mismo, sistema mucho más agresivo e irrespetuoso con el medio ambiente, que se contrapone a la sostenibilidad y respeto de las artes utilizadas por la flota pesquera vasca.

La campaña finalizó hace dos días, el 16 de agosto ya que se cubrió prácticamente la totalidad de la cuota acordada para el año en curso, y a la última descarga de bonito de este verano en Euskadi asistieron miembros del gobierno vasco como acto de clausura. 

Como decimos, ha sido la más corta de los últimos años, si bien el año pasado ya sorprendió con su cierre el día 19 de agosto, este año ha ocurrido antes aún, si lo comparamos con la de hace 2 años finalizó el día 27, así que como decimos ha sido una campaña dura para nuestros arrantzales y todo el mundo que los rodea.

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