Los mares de nuestro planeta están divididos en 26 regiones de pesca, definidas y delimitadas por la FAO (la Organización de Alimentación y Agricultura de la Organización de las naciones Unidas; FAO por sus siglas en inglés) denominadas zonas FAO

Como parte de una estrategia a largo plazo las actividades del Departamento de Pesca y Acuicultura de la FAO se definen con la perspectiva de un mundo en el que el uso responsable y sostenible de los recursos pesqueros hicieran una contribución al bienestar humano, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza, y con el cometido de fortalecer la gobernanza mundial y las capacidades de gestión técnicas de los miembros, así como la creación de un consenso hacia una conservación y utilización mejoradas de los recursos acuáticos.

La división creada mediante la definición de las zonas FAO, permite clasificar todas las capturas que se realizan en el mar según el sector pesquero del que provengan, algo que facilita elaborar estadísticas sobre pesca y tasas, que son clave para la toma de decisiones en la industria mundial de la pesca. 

Como hemos dicho, la FAO estableció estas diferentes zonas (19 oceánicas y 7 continentales) y les asignó una numeración específica para poder diferenciar cada zona y sus subzonas con la idea de poder identificar cada pequeña zona de cada uno de los océanos, mares y masas acuáticas del planeta. Aunque originalmente nacieron con la idea de poder controlar las cantidades de pesca, desde que las estadísticas elaboradas mediante las mediciones, impusieron ciertos límites en las diferentes regiones, se ha facilitado el estudio de las diferentes especies para evaluar sus poblaciones y llegar a múltiples conclusiones.

Al dividir los mares en zonas muy concretas, otro de los efectos conseguidos es llevar un control exhaustivo de la actividad pesquera, cada zona FAO tiene sus límites de explotación, sus propios métodos de pesca definidos y permitidos y sus cuotas de captura que dependen de los países bajo la jurisdicción de cada zona. De esta manera, sabiendo el número de la FAO de la que proviene un pescado, podremos saber exactamente su origen (desde el año 2014 es obligatorio que en el etiquetado de todo producto del mar conste su zona FAO de origen), algo que desde Nardín apoyamos ya que para nosotros es muy importante el origen de nuestras materias primas y como apoyo de la sostenibilidad, estamos completamente a favor de los productos de Km0.

¿Dónde obtenemos nuestra materia prima en Conservas Nardín?

El bonito del norte, la caballa y las anchoas que utilizamos para elaborar nuestra amplia gama de productos, proceden de una sola zona FAO, concretamente la zona 27 que podemos ver en la siguiente imagen:

FAO-general_nardin.jpg

zona FAO 27. Atlántico, nordeste:

Se trata de la zona que abarca desde el estrecho de Gibraltar hasta la mitad del océano Atlántico, llegando hasta Groenlandia y extendiéndose hacia el norte hasta el mar de Barents. 

zona-fao-27.jpg

Dentro de esta gran zona de pesca, nuestras capturas se localizan dentro del Golfo de Vizcaya, del que obtenemos el pescado más fresco y de mejor calidad, y en nuestra labor por apoyar la sostenibilidad, solo compramos pescados capturados mediante métodos respetuosos con el mar y sus habitantes. los bonitos se pescan a caña uno a uno, mientras que el método utilizado para capturar la caballa y la anchoa es el cerco.

En futuros artículos hablaremos más sobre los diferentes métodos de pesca sostenibles de los que nos valemos en Nardín para obtener nuestras excelentes materias primas. Estad atentos y ¡No os los perdáis!

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