Como decimos, los riñones son un órgano del cuerpo muy importante, y aunque de normal ni nos acordemos de ellos, es de suma importancia cuidarlos. Si bien podemos pensar que los problemas con los riñones, o las enfermedades renales pueden afectar solo a cierto tipo de personas o malos hábitos concretos, la genética también puede tomar parte, y este tipo de enfermedades suele acompañarse de otras afecciones igualmente graves. Así que no está de más cuidarlos. Hoy os damos 6 pautas que os ayudarán a hacerlo.

Priorizar alimentos integrales frente a refinados

Los alimentos vegetales deben ser una parte importante de la ingesta diaria de alimentos, pero según qué alimentos puede que no sean todo lo completos que debieran en los casos en los que hayan sido refinados eliminando de esa manera parte de su fibra natural.

Cuando vayamos a consumir alimentos como el pan, la pasta o el arroz, si optamos por sus versiones integrales. Cuando un alimento se refina, lo que ocurre es que además de su fibra pierde parte de otros nutrientes como pueden ser minerales y vitaminas que tan saludables son para nuestro organismo y nuestros riñones.

Reducir el consumo de sal

Alguna vez ya os hemos hablado de la sal y de que un consumo excesivo de la misma puede provocar problemas de salud como aumento de presión arterial o un daño directo a los riñones. Una buena alternativa a la sal podría ser realzar el sabor de los alimentos (función principal de la sal) que vayamos a consumir mediante especias, con el añadido de los nutrientes que dichas especias pueden tener.

Intentar reducir las frituras

Los fritos y frituras no deben formar parte de nuestra alimentación habitual. Si bien por consumirlos de vez en cuando (siempre que se utilice un aceite adecuado y una elaboración correcta) no hay problema, acostumbrarnos a consumirlas o tenerlas como recurso fácil cuando no tengamos tiempo no es para nada recomendable. Si consumimos fritos habitualmente, la cantidad de calorías que nos aportarán junto con las grasas en muchos casos no saludables pueden llegar a dañar nuestras arterias y los riñones directamente.

Fruta, mejor entera

Con los zumos de frutas, ya sean caseros o comprados, ocurre algo similar al proceso de refinado por el que pasan algunos alimentos vegetales. Y es que cuando exprimimos una fruta para quedarnos con su zumo, lo que estamos haciendo es dejar a un lado la fibra (si tomamos la pulpa no quitaremos toda) alimentaria que poseen dichas piezas de fruta. Al tomar solo el zumo pero sin la fibra, además de consumir más cantidad de golpe de lo normal, conseguiremos que el azúcar que poseen se absorba más rápidamente, algo que deberíamos evitar.

Ejercicio físico

Además de una alimentación adecuada, siempre está bien incluir en nuestra rutina algo de ejercicio físico, ya que esto ayudará en general a que nuestro cuerpo esté más saludable, entre ellos los riñones, por supuesto.

Descanso de calidad

Como no podía ser de otra manera, un buen y reparador descanso es algo que deberíamos poder tener diariamente, ya que no dormir y descansar adecuadamente durante largos periodos de tiempo puede afectar directamente en nuestra salud y hacernos más propensos a desarrollar enfermedades crónicas.

Además de estos consejos, hay muchos otros hábitos saludables a llevar a cabo y malos hábitos a evitar como pueden ser el consumo (excesivo o rutinario) de alcohol, el tabaquismo etc…

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