En nuestros artículos sobre salud normalmente hablamos de temas relacionados con la alimentación pero hoy cambiamos un poco y hablaremos de otra actividad que también es una parte muy importante en nuestro bienestar. Hoy os daremos algunos consejos para dormir bien.

El sueño es una necesidad biológica de nuestro organismo y no descansar las horas suficientes o no hacerlo en buenas condiciones puede afectar a nuestro bienestar de múltiples formas. Según un estudio, entre el 20% y el 48% de adultos en España sufre al menos ocasionalmente problemas para conciliar el sueño. Esto se suele deber a muchas causas como por ejemplo llevar un ritmo de vida vertiginoso, el estrés tanto laboral como académico por mencionar algunos. 

Como decimos, un descanso insuficiente puede causarnos trastornos de todo tipo, desde leves como estar de peor humor o más irritables, hasta ansiedad, un menor rendimiento físico y mental e incluso fallos de memoria. Por ello hemos decidido reunir aquí unas pautas que os ayudarán a tener un descanso nocturno adecuado.

Horario regular

Puede parecer algo muy básico, pero llevar un horario constante de sueño, acostándonos a diario a la misma hora y levantándonos a la misma ayudará a nuestro cuerpo a regular su “reloj natural” y hará que se acostumbre a las horas de descanso necesarias.

Entorno adecuado

El entorno donde realizamos nuestro descanso nocturno afectará a la calidad del mismo, por eso es importante adecuarlo lo máximo posible para maximizar la calidad y cantidad de nuestro descanso. El dormitorio, a la hora de dormir, debería ser un sitio oscuro, tranquilo, bien ventilado y con la temperatura adecuada para mantenernos confortables durante toda la noche. Debemos intentar evitar cualquier sonido o estímulo externo que pueda alterar nuestro descanso en mitad de la noche.

Cama adecuada

Así como el dormitorio debe tener las condiciones adecuadas, la cama sobre la que descansaremos ha de ser adecuada también. El colchón no debe ser ni demasiado duro ni demasiado blando, la almohada por su parte ha de tener la densidad y altura adecuados para adecuarse a nuestro cuerpo.

Regular los horarios de las comidas

Además de mantener un horario de cena regular, es importante no comer ni beber grandes cantidades de alimentos al menos 3 horas antes de irse a dormir, ya que las digestiones pesadas pueden alterar el sueño. Tampoco debemos irnos con hambre a la cama, hay que encontrar un punto medio adecuado.

Evitar siestas largas

Tomar pequeñas siestas cortas durante el día pueden ser beneficiosas, pero si tenemos esa costumbre, es importante que sean cortas y no se extiendan demasiado, ya que podrían llegar a alterar nuestro descanso principal, el nocturno. Lo recomendable es que duren entre 15 y 30 minutos como mucho, y que no ocurran a menos de 6 horas de irnos a dormir.

Realizar ejercicio físico

El ejercicio físico, como ya sabemos es muy beneficioso para la salud, y en este caso, una rutina de ejercicio de al menos media hora puede resultar beneficiosa también para nuestro sueño, eso sí, deberemos distanciarlo de la hora de irnos a dormir para no ser afectados por el efecto excitante del mismo.

Llevar un estilo de vida saludable

A modo de resumen, sólo podemos decir, que lo mejor para mejorar el sueño y para la vida en general, es mantener un estilo de vida saludable. Alimentarnos adecuadamente, una rutina constante de ejercicio, evitar malos hábitos como fumar e intentar minimizar el consumo de alcohol nos ayudarán a mantener un organismo equilibrado y sano que nos ayudará a conseguir ese sueño que es tan beneficioso y necesario.

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