Aunque suena a frase hecha, el concepto de “somos lo que comemos” no deja de ser algo muy cierto, si introducimos en nuestro organismo alimentos poco saludables, estaremos poco saludables y si por contra nos alimentamos de manera sana, nuestro organismo estará sano. Aunque se trata de un concepto simple, aún hay mucha gente que descuida su alimentación, descuidando por consiguiente su salud. En este artículo os vamos a dar unos datos sobre cómo la alimentación es capaz de afectar a la salud.

Una alimentación pobre reduce el bienestar

Desde hace décadas, la industria alimentaria ha cambiado profundamente la manera en la que comemos. Cuando comemos alimentos altamente procesados, con azúcares añadidos y altos en grasas y sodio, acabamos reduciendo poco a poco nuestra esperanza de vida, ya que tanto nuestra salud física como mental puede verse afectada por una larga exposición a una dieta pobre o inadecuada.

El sistema inmunitario depende de una alimentación saludable

No es el único factor que afecta al sistema inmune, por supuesto, pero su buen funcionamiento se ve impulsado por nuestra alimentación para mantenerse a punto y poder así combatir enfermedades e infecciones. Una alimentación que no tenga los nutrientes y vitaminas adecuados acabará afectando a nuestro sistema inmunitario.

Aumentar nuestro nivel de energía

Nuestros niveles de energía aumentan considerablemente cuando seguimos una alimentación saludable y equilibrada. Los alimentos ricos en nutrientes ayudan a elevar y mantener el nivel de energía, de la misma manera en que consumir en una sentada alimentos muy grasos o azucarados puede empacharnos y agotarnos.

Demasiado consumo de sal

Es algo sabido que un alto consumo de sodio es malo para la salud, comer alimentos con un alto valor de sodio, adquirido principalmente de la sal, natural o añadida de los alimentos afecta directamente al corazón y a la presión arterial. Un consumo elevado de sal hace que el cuerpo retenga líquidos en un intento de diluir el volumen de sangre, esto causa problemas no solo de peso sino que afecta al corazón haciendo que funcione de más.

Mantener el peso adecuado

Una alimentación sana y rica en alimentos no procesados y grasas sanas (como por ejemplo el aguacate) es esencial para mantener un peso saludable. La obesidad o el exceso de peso puede afectar al bienestar y disminuye la esperanza de vida. también puede llevar a dolores e inflamaciones que afectan directamente al cuerpo.

Mantener la concentración y salud mental

Una alimentación que contenga frutas y verduras, alimentos integrales y pescados ayudarán mucho a mantener una fortaleza mental y una concentración adecuada. El pescado es conocido por ser un alimento muy saludable, sobre todo para la salud mental, está lleno de nutrientes como proteínas, grasas sanas como el Omega 3 y vitamina D. Además, se están realizando estudios que parecen indicar que el consumo de pescado puede ser de gran ayuda para combatir enfermedades mentales tales como el alzheimer.

Mejora la esperanza de vida

Como ya hemos comentado al principio del artículo, la alimentación afecta directamente en nuestra esperanza de vida, una alimentación insana, empeorará nuestra salud en general de manera notoria. Por contra, mantener una alimentación saludable y equilibrada, puede llegar a aumentar nuestra esperanza de vida hasta 20 años.

Como resumen a todas estas pautas, sólo podemos decir, que si cuidas de tu cuerpo, este cuidará de ti. El llevar una alimentación sana no tiene por qué ser algo duro y muy estricto, la clave está en la moderación.

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