Es habitual plantearse unos propósitos de año nuevo con ideas sobre cosas que queremos cambiar en nuestra vida, y muchas veces están relacionados con la alimentación o la salud. En este artículo os damos 8 sencillos consejos que podréis aplicar en el día a día y así mejorar vuestra salud sin daros cuenta. Si queréis saber más, seguid leyendo.

Depender menos del coche

Si sois de los que cogéis el coche para ir a cualquier parte, es un hábito que debéis intentar reducir. Es algo fácil de decir, pero no tan fácil de llevar a la práctica, ya que cada persona tiene su situación particular y no siempre será posible desplazarse al trabajo, a la compra o similares de una manera alternativa, ya sea andando o en bicicleta. Pero dentro de lo que podáis, lo ideal es intentar reducir el tiempo al volante y hacer trayectos cortos de una manera alternativa, así combatiréis el sedentarismo, y por otro lado, contaminaréis menos.

Dejar el ascensor y coger las escaleras

Una vez más, poder llevar a cabo este consejo dependerá de múltiples factores, desde la edad o estado físico a si por las situaciones puntuales podemos hacerlo o no (si llevamos peso, si tenemos prisa y no queremos bajar o subir las escaleras corriendo etc.), pero dentro de lo que podamos, subir y bajar las escaleras es un pequeño cambio que puede marcar una gran diferencia. Si vivimos en una planta muy alta, podemos comenzar bajando solamente, y si nos cuesta subir, podemos hacerlo gradualmente, subir varios pisos y descansar, o subir parte andando y parte en ascensor, lo importante es la constancia y poco a poco podremos hacerlo sin ninguna dificultad.

Una fruta más al día

El simple gesto de añadir una pieza de fruta al día, de manera que si ya comemos alguna, sumemos una más y si no consumimos ninguna, la añadamos, es una pequeña rutina que no nos costará adquirir, y si la vamos ampliando poco a poco, podremos consumir, sin darnos cuenta, la cantidad recomendada de piezas de fruta.

Reducir el alcohol

Aunque hayáis escuchado que una copa de vino no hace daño, que es incluso buena para el corazón o que la cerveza pueda tener X propiedades, nada más lejos de la realidad, todo consumo de alcohol es perjudicial en cierta manera para el organismo. Si bien el consumo de alcohol es algo completamente aceptado por las sociedad, es un hábito que deberíamos intentar reducir. Si bebéis habitualmente, la manera de hacerlo será reduciendo poco a poco dicho consumo, hacerlo así será más sencillo que dejar de beber de golpe.

Fijarse en el etiquetado de los alimentos

Como ya os contamos en su momento, saber leer e interpretar el etiquetado de los alimentos es fundamental para entender cuáles son más adecuados para nosotros y cuáles o qué ingredientes pueden resultarnos no adecuados. Por norma general, si un alimento consta de muchos ingredientes, no siendo estos alimentos “naturales” o sin tratar, no será muy buena señal.

Menos alimentos procesados

Relacionado con el punto anterior, como os decíamos, si un alimento consta de más de 5 o 6 ingredientes, por lo general se tratará de un alimento altamente procesado (como decimos, siempre hay excepciones y si dichos ingredientes son alimentos simples a su vez, no debería ser mayor problema), y por lo tanto deberemos evitarlo.

Además de este tipo de alimentos ya preparados, lo ideal es intentar reducir el consumo de alimentos adquiridos en cadenas de comida rápida y similares, o dejar este tipo de consumo como algo muy esporádico.

Aprender a cocinar

Relacionado de nuevo con el consejo anterior, si adquirimos un interés por lo que comemos y por cómo se preparan diferentes platos que nos gusten, será más sencillo dejar de depender de alimentos procesados ya que podremos elaborarlos nosotros mismos. Una vez más este consejo puede ser difícil de adoptar para todo el mundo ya que no siempre se dispone del tiempo o ingredientes necesarios para preparar las elaboraciones. Lo ideal es ir comenzando poco a poco y así iremos aprendiendo nuevas recetas y trucos que nos permitirán hacer nuestra propia comida de manera rápida, sana y eficaz.

Descansar mejor

Como último consejo, algo a lo que no le damos toda la importancia que merece, el descanso. Debido al ritmo de vida trepidante de hoy en día, asumimos como normal descansar poco y mal, aguantando cada día de trabajo o estudio e intentando compensarlo en los días de descanso semanal de los que dispongamos, pero muchas veces no es suficiente y es fácil arrastrar ese cansancio acumulado. El descanso diario y de calidad es algo muy necesario y debemos intentar llevarlo a cabo, pues tiene tanta importancia sobre la salud como pueda ser una buena alimentación.

Esperamos que estos consejos os puedan ayudar a cumplir vuestros propósitos de año nuevo.

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