La primavera lleva ya unos días entre nosotros, los días comienzan a alargarse, días con mejor clima y son las fechas que muchos escogen para comenzar a alimentarse de manera saludable y de replantear hábitos, cosa que siempre está bien. Pero no todo lo relacionado con la primavera es bonito y agradable, durante esta época del año es normal que muchos sientan una serie de síntomas leves de la llamada astenia primaveral, tales como sensación de debilidad, cansancio, falta de vitalidad y de fuerzas, dificultad de concentración e incluso trastornos de sueño. Como decimos, suelen ser leves, y por lo general no suelen ser algo de lo que haya que preocuparse, pero siempre está bien intentar paliarlos de la mejor manera posible. Su origen no se conoce con exactitud, pero se suele relacionar con estrés,  cambios en el clima, y con los procesos alérgicos, más comunes en primavera.

La manera más eficaz para combatir la astenia primaveral está en la prevención, los expertos coinciden en que mantener unos hábitos de vida saludables son clave en el combate y prevención de estos episodios. Como recomendaciones generales, encontramos llevar un ritmo de vida adecuado y unos hábitos ordenados, dormir la cantidad suficiente de horas y mantener los horarios de descanso lo más fijos posibles, realizar ejercicio físico de manera habitual y por supuesto llevar una dieta equilibrada y saludable.

Con lo que respecta a la dieta, si además de hacerla sana y equilibrada, la hacemos consumiendo productos de temporada, no solo nos ayudaremos a nosotros, ayudaremos también a nuestro entorno. Pero ¿qué alimentos podemos encontrar en esta temporada? A continuación os hacemos una lista de los mismos.

Verduras y hortalizas de primavera

  • Verduras de hoja verde como las espinacas, acelgas, la rúcula o las endivias, así como las lechugas de todo tipo. En general son ricas en antioxidantes y en vitamina K, participan en la coagulación de la sangre.
  • Alcachofas, calabacines, puerros, guisante, judías, pimientos, espárragos o apio, además de poder formar parte de ensaladas frescas y ricas, nos aportarán vitaminas A y C, ambas vitaminas clave en el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunitario.
  • Tomates y zanahorias. Gracias a los betacarotenos, que les otorgan su característico color además de una vez ingeridos convertirse en vitamina A podremos poner un toque de color en nuestos platos.

Frutas

  • En primavera podemos encontrar como frutas de temporada los albaricoques, los melocotones, las fresas, las ciruelas y las cerezas entre otras. Éstas, además de aportarnos vitaminas de los grupos A, C y E, ayudarán a que estemos más hidratados ya que contienen cantidades de agua en su interior.

Pescados

  • Con respecto a la parte de la alimentación que más nos toca a nosotros, el mundo del mar, encontramos como especies de temporada el cabracho, el gallo, el lenguado, la caballa y la anchoa. Actualmente estamos pendiente de las costeras de caballa y anchoa, esta última aún no es del tamaño más adecuado para elaborar nuestras deliciosas y reconocidas anchoas en aceite, así que estamos volcados en la caballa, de la que os hablaremos próximamente.

Como recomendación final, si decidís cambiar vuestros hábitos alimenticios motivados por el buen tiempo, deciros que no os pongáis ese cambio como una dieta, sino como un cambio en el estilo de vida, de esa manera podréis adoptar dichos hábitos como rutinarios y será más fácil mantenerlos en el tiempo.

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