La Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud y la UNESCO designaron en el año 2000 el día 29 de septiembre como el primer Día Mundial del Corazón. La idea de este día se creó como parte de una estrategia para poder tener la oportunidad de dar a conocer mundialmente las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento.

La OMS junto con la Federación Mundial del Corazón organizan en más de 100 países eventos para ayudar a crear conciencia sobre los problemas cardiovasculares, ya que este tipo de enfermedades como los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares son las más mortíferas a nivel mundial.

El lema de este año es USA EL CORAZÓN PARA CONECTAR que promueve la campaña con la que se invita a conectarse con el corazón, recuperando hábitos saludables. Por eso desde Nardín queremos aportar nuestro granito de arena y daros algunos consejos para que llevéis una vida más saludable y una mejor salud cardiovascular.

Hacer ejercicio de forma regular es muy adecuado para cuidar nuestro corazón. Si disponemos de tiempo, dedicar unas 2 horas de actividad física moderada o una hora de actividad intensa cada semana es lo ideal. Si no disponemos de tiempo, al menos caminar 15-30 minutos cada día a buen ritmo es igualmente beneficioso.

Controlar hábitos de salud es esencial. Deberemos controlar nuestro peso, sin obsesionarnos, dejar de fumar, vigilar la presión arterial, medir cada cierto tiempo el colesterol y mejorar la alimentación.

Con respecto a la alimentación, seguir una dieta rica en vegetales y frutas es lo ideal. Patrones de alimentación o dietas como la dieta mediterránea son muy beneficiosas en este aspecto. Asimismo deberemos evitar las grasas saturadas y las grasas trans.

Con respecto a la carne, moderar el consumo de carnes rojas y optar por otro tipo de carnes y pescados es recomendado, sobre todo si se trata de pescado azul (como las anchoas y el bonito del norte) que es especialmente recomendable por sus propiedades y beneficios.

Reducir el consumo de azúcares y consumir alimentos menos refinados y de grano completo, así como lácteos desnatados, ya que este tipo de alimentos además de ayudar en la digestión, ayudan a controlar el colesterol.

Preparar las comidas con técnicas y elaboraciones más saludables, que requieran poca grasa, como pueden ser elaboraciones a la plancha, hervidos, al vapor u horneados.

Esto son solamente algunos consejos que esperamos os ayuden a llevar una vida más saludable y a cuidar vuestro corazón ❤️

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