A la hora de salir a hacer una excursión, sea al campo o al monte, tenemos que ir bien preparados para la orografía y la climatología con la que nos encontraremos, por ello es importante comprobar la zona y clima uqe tendremos, ya que puede que parte de la ropa e incluso el calzado tengamos que adaptarlo a las circunstancias. Como consejos generales, un calzado adecuado y cómodo, nunca a estrenar, es lo ideal, y en cuanto a prendas de vestir, que sean adecuadas a la temperatura y clima del momento, pero que no resulten muy pesadas y que permitan la transpiración. Si va a hacer sol, un gorro o gorra así como gafas de sol nunca estarán de más.

Aparte de la vestimenta, no podemos olvidarnos de la mochila que llevaremos. Lo ideal a la hora de hacer la mochila para una excursión es que pese poco pero que lo que llevemos nos sea de la mayor utilidad posible. Sí que si pensamos caminar mucho, unas tiritas para posibles rozaduras nos pueden ser de utilidad, y obviamente no debemos olvidarnos de algo muy importante, ¡la comida y la bebida!

Según la excursión que vayamos a realizar, como decíamos, el contenido de la mochila deberá variar, tanto por el terreno y el esfuerzo como si vamos a pasar todo el día, hacer una caminata mañanera y comer o almorzar en algún sitio… Para estos consejos, supondremos que se tratará de una excursión de todo el día, saliendo a primera hora tras desayunar en casa y volviendo a media tarde.

Todo hueco en la mochila es un espacio necesario, así que lo que nos interesará es conseguir que el alimento que llevemos ocupe lo menos posible y a la vez que nos aporte lo máximo posible, así que estará bien que prioricemos alimentos caloricamente densos, ya que necesitaremos la energía que nos aportarán para llevar a cabo el esfuerzo del día.

Los frutos secos son la definición ideal de alimento de alta densidad energética en un reducido espacio, además son sabrosos y muy nutritivos. Conforman un alimento ideal para llevar en la mochila e ir picando según necesitemos. Eso sí, lo ideal es optar por frutos secos que no estén salados ya que solo nos causarán más sed.

La fruta, si es fresca, además de alimentarnos y aportarnos azúcares y vitaminas, nos aportará ese extra de hidratación que nos vendrá genial, pues poco a poco iremos perdiendo líquido principalmente por la sudoración. La clave será encontrar la fruta adecuada que aguante bien el transporte. En el caso de la fruta seca, tiene la ventaja de pesar y abultar menos y ser nutricionalmente más concentrada, pero tendremos que complementar su ingesta con un trago de agua.

Otra forma de consumir el aporte energético que nos dan las frutas, y siempre pensando que será para un caso puntual como el de una excursión, son los concentrados de fruta, compotas, mermeladas o miel que vienen en pequeños envases. Nos darán ese punch de energía que podamos necesitar en un momento dado y serán fáciles de transportar, eso sí, ni se nos ocurra abandonar los envases una vez consumidos.

Si para endulzarnos y darnos esa energía extra optamos por barritas energéticas, sean de cereales o de chocolate, o incluso barritas de chocolate, deberemos tener en cuenta el posible calor que vaya a hacer para no encontrarnos con los productos derretidos una vez vayamos a echar mano de ellos.

Como comida principal, podemos optar por diferentes opciones que pueden ir desde un bocadillo o sandwich a comidas más elaboradas que podamos meter en un tupper y llevarlas cómodamente. Si parte o todo lo que llevamos para comer puede ser susceptible a echarse a perder con el calor, deberemos llevarlo o bien refrigerado de alguna manera o bien perfectamente cerrado, y habiendo tenido cuidado de cocinarlo adecuadamente. Por ejemplo, el clásico bocadillo de tortilla (o incluso tortilla completa) si no está bien hecha de manera que el huevo haya llegado a una temperatura adecuada, puede suponer un riesgo para nosotros y hacernos pasar un mal rato.

Finalmente, además de la comida, incluso más importante será la bebida para mantener una hidratación adecuada. Si hemos planificado nuestra excursión con antelación, es buena idea fijarnos si a lo largo del recorrido tendremos fuentes de agua potable en las que poder llenar las botellas o envases que llevamos, de esta manera no tendremos por qué llevar tanta cantidad de líquido como necesitaríamos de otra manera.

Realizando una actividad media como pueda realizarse durante una excursión, lo recomendable es beber medio litro de agua por cada hora, ya que será más o menos lo que perdamos durante la travesía. Si el esfuerzo va a ser muy prolongado o intenso, se aconseja incluso llevar alguna bebida energética que ayudará a reponer minerales y demás nutrientes que perderemos junto con el sudor.

Esperamos que estos pequeños consejos os puedan resultar de ayuda en vuestras excursiones y travesías. ¡Que disfrutéis del campo y del monte!

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