Cuando guardamos un alimento en la nevera, nos solemos guiar por su aspecto para saber su estado y si aún podemos consumirlos. En el caso de alimentos con fecha de caducidad o de consumo preferente, estas son válidas solamente hasta que los productos en cuestión son abiertos, así que en esos casos puede ser más difícil saber si aún podemos consumirlos o ha pasado demasiado tiempo. En este artículo os damos algunas pautas para facilitaros esta tarea y consumir los alimentos durante su vida útil.

Para comenzar, ¿qué es la vida útil? En el contexto de la alimentación, la vida útil de un alimento es el periodo de tiempo durante el cual es seguro su consumo y mantiene todas sus propiedades como puedan ser la apariencia, el olor y el sabor, su consistencia, etc. Cuando conservamos un alimento en el frigorífico, normalmente conseguimos que ese periodo se alargue, ya que al conservarlos a una temperatura estable entre 3 y 7 grados conseguiremos que la degradación de los mismos sea más lenta.

Pero esto no significa que todos los alimentos deban conservarse en el frigorífico, ya que no todos necesitan las mismas condiciones para su correcta conservación, por ejemplo las frutas y algunas verduras tienen su cáscara o piel que las protege de dicha degradación y posible aparición de hongos u organismos dañinos. Por contra, hay ciertos alimentos que sí o sí deberemos conservar en el frigorífico como por ejemplo: Pescados crudos, marinados o ahumados; Quesos blandos, cremas o salsas elaboradas con leche, lácteos en general, alimentos cocinados o carnes y preparados cárnicos entre otros.

Con respecto a estos alimentos, los que deben ser conservados en el frigorífico, el tiempo que podemos conservarlos de forma segura, también varía, aquí os listamos algunos de ellos junto con el tiempo de conservación máximo recomendado:

  • Pescados crudos, tanto blancos como azules: 1 a 2 días.
  • Pescados ahumados: de 2 a 3 días tras abrir los envases originales.
  • Carne de aves cruda: 1 a 2 días.
  • Carnes grasas y magras: de 3 a 5 días.
  • Carnes procesadas, curadas o loncheadas: de 2 a 4 días.
  • Huevos crudos: unas 4 semanas, el equivalente a la fecha de consumo preferente indicado en los envases.
  • Huevos cocidos: hasta 7 días.
  • Sopas, caldos y guisos de verduras: entre 3 y 4 días.
  • Caldos, guisos y carne cocinada: entre 3 y 4 días.
  • Preparados con huevo crudo como mayonesa: consumir al momento, no almacenar para más adelante.
  • Pasta y arroz: 1 día.
  • Leche una vez abierta: 3 días.
  • Frutas y verduras: depende de la fruta o la verdura el tiempo es variable, pero por lo general el tiempo máximo puede oscilar entre 7 días para frutas o verduras blandas a 15 días para hortalizas duras como las zanahorias.

Finalmente, a modo de consejo general, prácticamente para cualquier alimento que guardemos en el frigorífico, lo ideal es guardarlo en un recipiente cerrado para que no le entre humedad, o no se seque, según el tipo de alimento, y si los vamos a congelar, dicho recipiente debería estar cerrado herméticamente para evitar que al congelarse se seque demasiado por la conocida como quemadura por congelación.

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