La avena, planta fanerógama de la familia Poaceae es una especie de grano de cereal que se cultiva por su semilla, y si bien su uso más común es el de alimentación animal, la avena es  no solo apta, sino muy recomendada para consumo humano, ya sea en modo de avena o en copos.

Como decimos, la avena es un cereal muy nutritivo y apreciado en dietas saludables, no solo por los múltiples beneficios que aporta al organismo como veremos a continuación, sino también por su rico sabor. Consumir avena proporciona una dosis muy adecuada y equilibrada de fibra, vitaminas, antioxidantes y minerales con un bajo aporte calórico, por lo que está indicada para cualquier edad. A continuación os hablaremos de sus beneficios.

Beneficios de la avena

Gran fuente de micronutrientes

La avena es uno de los cereales que más minerales posee en su composición, entre ellos se incluyen el hierro, potasio, fósforo, calcio y magnesio. Todos minerales que intervienen en diferentes procesos del organismo y en reforzar los sistemas inmunológico, muscular y óseo. Además, al ser una fuente de selenio y yodo, contribuye al buen funcionamiento de la tiroides.

Poder antioxidante

La avena, además de contener vitamina E, agente antioxidante, es un alimento singular, pues posee avenantramidas, unos compuestos con un gran poder antioxidante y antiinflamatorio que ayudan a facilitar la circulación arterial y a controlar la tensión.

Fuente de energía

La avena aporta un gran valor energético, más de 360 kilocalorías por cada 100 gramos y gracias a los carbohidratos de lenta absorción que contiene, proporciona una sensación de saciedad. Gracias a un aminoácido esencial que contiene, la metionina además es un gran aporte de proteína vegetal.

Cuidado del sistema digestivo

La avena contiene tanto fibras solubles como insolubles, y estas ayudan a un mejor tránsito intestinal, luchando contra problemas de este tipo, además de ayudar a cuidar la flora intestinal. Además, gracias a su composición, contiene elementos que ayudan a suavizar y lubricar el aparato digestivo, por lo que está especialmente recomendada para gente con estómago delicado.

Ayudante en la reducción del colesterol

Uno de los tipos de fibras solubles que contiene la avena, los betaglucanos, disminuyen la absorción de grasa en el intestino, evitando así que esas grasas se transmitan a la sangre, ayudando así a controlar las moléculas del llamado colesterol malo (LDL) y la tensión arterial. Además la avena es rica en ácidos grasos beneficiosos y esenciales como el ácido linoleico así como otros componentes que protegen de riesgo cardiovascular.

Regulador del sistema nervioso

La avena, como gran fuente de vitaminas del grupo B: B1, B2, B3, B6 y de ácido fólico, contribuye a múltiples funciones como equilibrar el sistema nervioso y el digestivo, producir glóbulos rojos, síntesis del ADN, producción y regeneración de tejidos y la salud e piel y cabello. Además, la vitamina E, como ya hemos comentado ayuda en su labor antioxidante y estimula el sistema inmunológico.

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