A lo largo de los últimos artículos os hemos hablado de la importancia de las dietas saludables y equilibradas, y de la importancia de incorporar pescado a nuestra dieta para ayudar a hacerla aún más saludable. Hoy os hablaremos de una dieta (entendiendo siempre dieta como pautas de alimentación) que es mundialmente conocida y que convierte a España en uno de los países más saludables del mundo en cuanto a  alimentación se refiere, se trata de la dieta mediterránea.

Esta dieta, además de proporcionarnos una alimentación apetitosa y adaptada a nuestras costumbres y modo de vida, resulta una gran ayuda a la hora de mantenernos sanos y prevenir el desarrollo de enfermedades, por desgracia, bastante comunes como la diabetes, la obesidad y diferentes tipos de enfermedades cardiovasculares que acortan la esperanza de vida.

Gracias a que España ve parte de sus costas bañadas por el mar que da nombre a la dieta mediterránea, conocemos bastante bien, al menos a rasgos generales, en qué consiste esta dieta, pero por si acaso aquí os listamos algunos aspectos clave:

Incitar a la moderación.

Los excesos a la hora de comer no son nada recomendables, es por eso que la moderación es imprescindible, la dieta mediterránea invita a comer despacio, a disfrutar de los sabores y las texturas de los alimentos, a gozar de la comida.

Cocinar.

Al igual que con la ingesta de alimentos, la dieta mediterránea, llama a disfrutar tanto de los alimentos como de su preparación, es por eso por lo que invita a cocinar, y disfrutar haciéndolo.

Ejercicio y descanso.

La actividad física es el complemento ideal de cualquier dieta, por eso se recomienda al menos media hora de ejercicio diario, aunque esto pueda parecer algo moderno, solo se trata de adaptar toda la actividad física que antaño se llevaba a cabo por trabajadores y campesinos. Como complemento al ejercicio, el descanso es vital, se trate de un descanso nocturno o de una pequeña siesta.

Centrándonos en la parte de la alimentación, encontramos que los principales pilares de la dieta mediterránea son:

  • El consumo de alimentos frescos, de proximidad y de temporada.
  • La variedad en la alimentación, pescado, frutos secos y fruta, huevos, verduras y legumbres, lácteos y carnes forman parte de la rica variedad de la dieta mediterránea.
  • El aceite de oliva es un gran protagonista, tanto en la elaboración de comidas como consumido en crudo.
  • El pan, los cereales, la pasta y el arroz integrales forman parte de esta dieta también.
  • La dieta mediterránea prioriza cocinar al horno, a la plancha o al vapor, dejando de lado dentro de lo posible las frituras y los rebozados.
  • Si bien solemos oír que una copa de vino acompañando la comida no va mal, siempre que podamos deberemos priorizar el consumo de agua, tomando al menos un litro al día.

Los beneficios de la dieta mediterránea son de sobra conocidos y reconocidos mundialmente, de hecho es considerada por la OMS como una de las dietas más completas y saludables. Si queréis saber más acerca de esta dieta, en un futuro os hablaremos de sus beneficios.

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