La importancia de una alimentación saludable

Desde Nardín siempre hemos mostrado un compromiso con mantener una vida saludable, y para ello lo primero es comenzar por una alimentación saludable. En este artículo te daremos algunas pautas para que mediante una dieta equilibrada mantengas tu cuerpo y mente equilibrados.

Antes de nada ¿Sabemos en qué consiste una alimentación saludable? En reglas generales, para que una dieta sea sana y equilibrada, debe contener todos los nutrientes necesarios y las cantidades adecuadas para que una persona cubra todas sus necesidades nutricionales y energéticas sin ningún tipo de carencia. 

Si entramos en más detalle, veremos que una alimentación saludable debe aportar  todos los tipos de nutrientes que necesita el organismo: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua. Esta distribución tiene que mantener a su vez una relación para que sea equilibrada: entre un 50% y un 60% de hidratos de carbono, entre un 10% y un 15% de proteínas, un 30-35% de las calorías totales diarias a modo de grasas, y entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Estos valores no son absolutos y pueden variar ligeramente para cada persona, es por eso que hay variarla con respecto a edad, sexo, actividad fisica o tipo de trabajo realizado por cada individuo. Algo que sí que es importante y constante es la importancia de la variedad, es importante alimentarse de diferentes tipos de alimentos.

Una alimentación saludable ha de tomarse como algo a seguir por el propio bienestar, no debe tomarse como una dieta (entendiendo dieta en este caso como un tratamiento para conseguir un objetivo, sea perder o ganar peso) que tengamos impuesta, es por eso por lo que si se siguen ciertas pautas, lo podremos tomar como una costumbre y disfruta. Algunas claves para ello son las siguientes:

• Variedad de grupos de alimentos. Una alimentación saludable debe tener un equilibrio entre los principales grupos de alimentos. Lo principal deben ser las legumbres, verduras y hortalizas, los cereales integrales, frutas y lácteos. Tener un consumo moderado de huevos, grasas saludables, carnes y pescados. No abusar de sal y azúcar, y si de manera ocasional se consumen productos procesados (refrescos y dulces), ha de intentar minimizarse.

• Moderación en cantidades. Esto es algo que variará dependiendo del ejercicio físico realizado a lo largo del día, pero como normal general, lo ideal es comer raciones suficientes para quitar el hambre sin dejar sensación de pesadez estomacal. Es preferible realizar varias ingestas a lo largo del día en vez de menos pero más abundantes.

• Disfrutar comiendo. Unido a la importancia de la variedad en la alimentación, es importante preparar elaboraciones variadas que nos resulten atractivas y no nos hagan caer en el aburrimiento, ya que eso puede facilitar que nos cansemos de alimentarnos de dicha manera. Si estás sin ideas, en nuestro blog tenemos una sección de recetas que te pueden ser de ayuda.

• Elegir alimentos de calidad. Dentro de lo que podamos, debemos evitar los alimentos precocinados o procesados en exceso. En su lugar, fomentar el elaborar nuestras propias comidas con alimentos frescos y de calidad.

• Beber suficiente agua. El agua es imprescindible para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, es por eso que es de vital importancia hidratarnos. La cantidad recomendada oscila entre 1,5 y 2 litros,más o menos entre 4 y 8 vasos.

Como se puede ver, seguir una alimentación saludable no es tarea imposible, si no se tiene costumbre, puede hacerse un poco difícil al principio, pero lo importante es disfrutar de lo que se come y comer alimentos de buena calidad y variados. Por ejemplo en el caso del pescado se recomiendan 3-4 raciones a la semana. Desde Conservas Nardín te recomendamos que algunas de esas raciones sean, sobre todo ahora en verano, de nuestras deliciosas conservas de bonito y ventresca de bonito y nuestras semiconservas de anchoas, ahumados y boquerones  ya que te permitirán preparar recetas sencillas pero muy ricas y nutritivas.