La primavera es el cambio de estación que más cambios genera, los días se van alargando, tenemos más horas de luz, por lo general el clima mejora, y la vida vuelve a brotar de la tierra llenándolo todo de flores y reverdeciendo campos y árboles. Pero junto con estos cambios tan positivos, llegan otros que no lo son tanto. Si la semana pasada os hablábamos sobre un “efecto colateral” de la primavera, hoy vamos a tratar otro, las alergias.

Las alergias afectan a gran parte de la población y muchos no conocen exactamente el origen de las mismas. Ante este hecho, lo principal es acudir a un especialista ya que el tratamiento de alergias, sobre todo si son muy fuertes no hay que dejarlo de lado, ya que pueden derivar en problemas realmente serios. Pero vamos a ver cuáles son las principales alergias que llegan con la primavera.

El principal causante de alergias en primavera es el polen de algunas plantas, algunas personas pueden ser más sensibles al polen de ciertas plantas, pero lo que tienen en común es que al ser este momento el punto álgido de la polinización, es cuando más notarán sus efectos las personas que las padezcan.

Otro tipo de alérgeno muy común es la alergia a los ácaros, que comúnmente suele llamarse alergia al polvo, pero en realidad el causante de dicho tipo de alergia son los ácaros, unos diminutos organismos, que si bien pueden encontrarse en cualquier sitio y durante todo el año, es verdad que durante la primavera su número aumenta gracias a las condiciones meteorológicas más adecuadas para ellos.

Como tercer tipo, y aunque pudiera considerarse dentro de la alergia al polen común, se tiene en cuenta aparte por ser la alergia más común, ya que las gramíneas, que son unas plantas herbáceas, cuentan con más de 12.000 especies a lo largo y ancho de todo el mundo.

Y una vez vistos los principales alérgenos, vamos a ver ahora cuáles son los principales síntomas de la alergia y algunos consejos para combatirla. Los síntomas que presentan las personas alérgicas, pueden variar en gravedad según el nivel de alergia de cada particular, pero generalmente suelen ser procesos de picor tanto en nariz como garganta y el paladar, congestión nasal, estornudos, dificultad para respirar y tos. Como veréis estos síntomas cuadran con los de procesos catarrales, es por eso por lo que muchas personas, si no tienen alergias muy graves, ni siquiera saben que las tienen y confunden los síntomas con el de un catarro común.

Como hemos comentado al comienzo del artículo, en caso de notar síntomas de alergia y efectivamente confirmar dicha sospecha, lo principal será acudir a un especialista para llevar a cabo las pruebas de alergia y poder de esa manera identificar el alérgeno causante y poder así suministrar el tratamiento más eficaz, pero como consejos generales que pueden ayudar, encontramos los siguientes: cerrar ventanas y puertas de casa para evitar que el polen (el más común) entre en casa; en caso de alergias problemáticas, intentar evitar salir a la calle en momentos donde los niveles de polen sean muy altos, normalmente entre 6 y 10 de la mañana y 6 y 10 de la noche; al ir en coche, mantener las ventanillas subidas; los días de mucho viento el polen fluye más libremente, así que evitar las zonas con muchas plantas en dichos días; utilizar gafas de sol, y evitar el campo o tumbarse sobre la hierba.

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