En el año 2016 se celebró el año Internacional de las legumbres, y tras el éxito que tuvo, la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) decidió instaurar el día 10 de febrero como el Día Mundial de las Legumbres para ensalzar su gran papel en la sostenibilidad y en la producción sostenible de alimentos.

Si bien las legumbres llevan formando parte de nuestra dieta desde hace siglos, durante mucho tiempo se las consideró un plato de segunda, un plato de personas humildes, pero por suerte, últimamente han ido recibiendo la atención y el protagonismo que de verdad merecen, ya que no solo son un grupo de alimentos muy beneficiosos para su consumo, si no que además, lo son también para el planeta, como os explicaremos a continuación.

Las legumbres, un alimento beneficioso

  • Las legumbres son una muy buena fuente de proteínas vegetales, por ejemplo de 100 gramos de lentejas crudas, se pueden obtener unos 25 gramos de proteínas.
  • Las legumbres son bajas en grasas y no contienen colesterol, lo que las hace ideales para incorporar a nuestra alimentación ayudando así a reducir el riesgo de posibles enfermedades cardiovasculares. Además son muy ricas en fibra, así que ayudarán también a nuestra salud digestiva.
  • Por lo general, son una excelente fuente de hierro, muy necesario para nuestro organismo a la hora de evitar desnutrición y anemias. También son ricas en potasio, fundamental para el buen funcionamiento de los músculos, el sistema digestivo y el corazón.
  • Son bajas en sodio, y su índice glucémico es realmente bajo, así que pueden ayudar a controlar los niveles de insulina y azúcar en sangre, algo que convierte a las legumbres en el alimento ideal para personas con diabetes o que quieran controlar su peso.
  • Son ricas en folatos, una vitamina B que es esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y especialmente importante durante la gestación.

Las legumbres, un alimento sostenible

Además de los beneficios para la salud ya mencionados, la producción de legumbres es muy sostenible y una gran aliada del medio ambiente, ya que la huella ecológica de su cultivo, es menor que el de la producción de otros alimentos.

Las legumbres ayudan a mejorar la fertilidad de las tierras y suelos, ya que ayudan a que el nitrógeno se fije a los mismos, de manera que las áreas donde se cultivan, quedan protegidas y ven aumentada su productividad.

Las legumbres aguantan mucho tiempo sin que pierdan su valor nutricional, y gracias a eso, este alimento puede estar siempre disponible entre cosechas.

De cara al consumo de agua necesario para su producción, si la comparamos con otras fuentes de proteínas, veremos que es mucho menor, comparándolo por ejemplo con proteínas de origen animal, si un kg de lentejas necesita unos 50 litros de agua, lo necesario para un kg de pollo asciende a cerca de 4.000 litros de agua y en el caso de ternera por ejemplo, hasta los casi 13.000 litros.

Además, los residuos de los cultivos de legumbre, pueden reutilizarse como alimento para el ganado, así que mejor imposible.

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