“Stefania Giordano, maître en NeruaGuggenheim, fue la primera en abrir la puerta de su Candy. Repasar el surtido de sus baldas es como mirar su pasaporte. ¿Alguien que no sea italiano es capaz de guardar hasta cuatro tipos de anchoas en aceite Nardín, Sanfilippo, Lolín y Mey? Por si quedara alguna duda, también hay tomate ‘semi secchi in olio’, un bote de pomodoro en salsa Incuso y una buena porción de Gran Agàsti, el queso Pecorino con el que Stefi prepara su pesto genovese. «La verdad es que comer cada día en el restaurante es un lujo porque nuestra alimentación es muy variada y completa. Con nuestros horarios tenemos muy poco tiempo libre para comer y hacer la compra en los mercados cercanos a casa. Así que jugamos con los tiempos de conservación de los alimentos. Por eso usamos muchas conservas y embutidos, que nos dan un buen fondo de nevera. Hacemos una comida sana y rica tanto en Nerua como aquí», señala la piamontesa Giordano.”

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